El Diablo enamorado

El Diablo enamorado

EL DIABLO ENAMORADO

de Jacques Cazotte

Olga M. de Santesteban

Presentación de Jacques Cazotte:
Jacques Cazotte (1720 – 1792) diplomático y soldado del rey, monárquico y guillotinado, visionario y ferviente practicante de las ciencias ocultas es un autor que en el siglo XVIII siendo Francia la cuna de la razón, de la filosofía, de la enciclopedia de Diderot, Montesquieu, Voltaire y Rousseau propone las múltiples aventuras de la imaginación, de lo mágico, de lo sobrenatural. Discípulo de Mesmer y de Saint Martin, considerado un adicto incondicional de las ciencias ocultas, empieza a escribir a los cincuenta y dos años.
“El diablo enamorado” publicada en 1772 es su obra capital, con la cual obtiene gran éxito y lo convierte en un antecedente del realismo mágico del siglo XX, influenciando la novela fantástica y la literatura demoníaca francesa.
Es posible rescatar en su obra la influencia de los cuentistas árabes a pesar de que parte de la fantasmática que recorre su obra pudo ser atrapada e imaginada al pie de las palmeras de la Martinica, isla en la que transcurrió parte de su vida ya que fue interventor de las islas de Sotavento (Antillas Francesas).
La influencia de los cuentistas árabes se entrelaza con la metafísica judía y las oscuras teorías de los filósofos alejandrinos.
Así, la seducción de la fábula oriental puesta de moda por el éxito de las Mil y una noches, los libros que trataban de La Cábala y de las ciencias ocultas y Los duendecillos que aparecen descriptos en “Incubo y o Súcubo del mundo encantado” de Békker llevan a Cazotte a invenciones literarias que den alguna explicación posible al poder de las fuerzas ocultas de la naturaleza.
Como literato y como filósofo místico preanuncia muchos años antes la Revolución Francesa. Toma de sus cavilaciones, de sus sueños y de sus ensueños diurnos, el material que le permitió enfrentar ya anciano una posición en la cual había resuelto negarse a combatir el destino y a enfrentar una convicción inquebrantable que expresa ya subido en el patíbulo, exclamando con voz muy alta: “Muero como he vivido, fiel a Dios y a mi Rey”. La ejecución tuvo lugar el 25 de septiembre, a las siete de la tarde, en la place du Carrousel.
El motivo de su condena fue la correspondencia dirigida a su amigo Ponteu, descubierta entre los papeles de Laporte, intendente del registro civil.
Salvado por su hija en la primera audiencia del tribunal, demostrando que no era aristócrata porque accedió a beber a la salud de la nación y por el triunfo de la república, fue aclamado entre aplausos y escoltado hasta su casa. Pocos días después vió entrar a su casa, un gendarme con una orden firmada por Petión, Paris y Sergent, quien lo condujo al ayuntamiento y de allí a la Conciergerie, el tribunal, obedeciendo a una convicción inquebrantable lo condena a muerte. Días previos había relatado a su amigo Saint — Charles haber tenido una visión: “Me pareció ver a un guardia que venía a buscarme de parte de Petion, no me quedaba más remedio que seguirle, comparecía delante del alcalde de París que mandaba que me llevaran a la Conciergerie y de ahí al tribunal revolucionario.
Ha sonado mi hora-”

• Síntesis realizada sobre el trabajo de Gerard de Nerval.

EL DIABLO ENAMORADO

Esta obra aparece como un bellísimo ejemplo de literatura fantástica en el cual el hidalgo español Don Álvaro de Maravillas invoca al Diablo, el cual se le aparece bajo la forma de una hermosa hembra que lo perseguirá en sus andanzas por tierras de Nápoles, Venezia y Castilla.
Siendo capitán de los guardias del rey de Nápoles, a los 25 años entre camaradas, mujeres, juego y filosofías en torno a un frasquito de vino de Chipre y castañas; la Cábala y los cabalistas atrapan su interés.
Encuentra un maestro que asiste al despertar de su anhelo, despertar de una pasión donde la curiosidad lo empujará a penetrar en el universo de los espíritus y a declarar la vivacidad del deseo que ha creado dentro de él este impulso que “quema”.
Se pregunta:
¿Cómo relacionarse con los espíritus? ¿Cómo abordar sin temor esa categoría sublime? ¿Es necesario someterse a pruebas?…
¿Se les puede impartir nuestras órdenes?
Álvaro responde: Si todo depende de no temerles, apuesto a que no me asustan. El maestro pregunta: ¡Cómo ¿aunque vieras al Diablo?
—Le voy a pegar un tirón de orejas al gran Diablo del Infierno. Se le exige pasar por la prueba, para ello es conducido junto a otros tres a una bóveda en las ruinas de Portici.

El repugnante espectro abre la boca y me responde:
¿Che vuoi?
(Facsímile del grabado de la primera edición)

—Entra y no salgas salvo buenos indicios.
— ¿Bajo qué indicios?
— Cuando todo se te haya “sometido”, pero si antes de ese momento el pánico te impulsara a dar un paso en falso, podrías correr los mayores riesgos.
—Entonces me proporciona una forma de evocación breve, apremiante, en la que se mezclan algunas palabras que nunca olvidaré.
— Recita —me dijo— ese conjuro con firmeza y luego llama tres veces a Belcebú con claridad y sobre todo no olvides lo que haz prometido hacer.
Lo dejan solo, esperándolo en la puerta de salida. Y Álvaro recuerda que nunca hubo fanfarrón que se hallara en crisis más delicada… el susto, el temor… el rumor de los búhos y los murciélagos acompañan en el interior de la caverna el anhelo de Álvaro y son los testigos del llamado claro y sostenido a Belcebú.
Se abre una ventana, la luz desborda la abertura en la cual asoma la cabeza de un camello horrible con orejas desmesuradas.

El repugnante espectro abre la boca —y me responde: che vuoi?

Álvaro describe su terror, multitud de sentimientos, ideas, reflexiones…, se opera la revolución en la que logra dominar su terror. “Audazmente clavé la vista en el fantasma:
— ¿Y qué pretendes tú, temerario, al manifestarte bajo esa forma repugnante?
Por un momento el espectro se bambolea:
—Me mandaste llamar —dice en voz más baja.
— ¿Acaso el esclavo —le digo— intenta asustar a su amo? Si acudes para recibir mis órdenes, toma una forma adecuada y un tono sumiso.
—Amo —me dijo el fantasma— ¿bajo qué forma me presentaré para serte agradable?
Comienza aquí la aventura del deseo y el fantasma tomará los diferentes ropajes para satisfacer la demanda.
Será primero bajo la forma de un perro, como respuesta posible a un primer pedido, que la ventana se cerrará y comenzarán las transformaciones que harán de la satisfacción ese engaño en el cual el sujeto queda atrapado.
El perro se convertirá en una hembra joven quien ayudará con sus estrategias a colmar lo que falta para querer ofrecer una comida: frutas, conservas, helados, vinos griegos y la decoración de la sala será el escenario del festín entre mármoles y grandes candelabros de cristal que velarán las paredes de la bóveda: negras, húmedas y cubiertas de musgo.
Hará así su aparición bajo la forma de un virtuoso de gran talento con un arpa, la “signora Florentina” quien con su canto y decoro obedecerá las órdenes.
Blondetto será el paje que introducirá a los amigos desconcertados ante la aventura, estupefactos, con una expresión donde se pintaba la sorpresa, el placer y la inquietud.
Hay una frase importante que dice Álvaro —cuando canta Florentina— escena en la cual ella le dirigía tiernas expresiones y el ardor de su mirada, la intensidad y la dulzura inconcebibles de aquellos ojos que a través del velo que los cubría le permite aún así, reconocer en Florentina al pícaro Biondetto y declarar que se destacaba más su elegancia bajo ese atavío de mujer que bajo la indumentaria de paje.
La frase es: “Me emocioné hasta el fondo de mi corazón, y casi olvidé que yo era el creador del encanto que me fascinaba.
Como en los cuentos de las Mil y una noches, carruajes, lacayos vestidos de librea, nos muestran el despliegue de una visión celestial- nombrada como goce donde la brillantez del séquito crea ese efecto de deslumbramiento que muestran al personaje de tal hazaña como producto de secretos acuerdos.
Terminada tan singular aventura, Álvaro se retira a su casa, Biondetta lo sigue, rogándole que le permita permanecer a su lado, él acepta bajo la condición de que ella se las arregle “de manera que ni te vea ni te oiga”, a la primera palabra, al primer gesto capaces de irritarme, hincharé el sonido de para preguntarte, yo también ¿che vuoi?”.
Ya en la cama, Álvaro procura relacionar a la encantadora imagen de Biondetta la idea del espantoso fantasma que había visto… se lamenta:
— ¡Ah Biondetta! si no fueras un ser fantástico.
Biondetta le responde que necesario revestirse de un cuerpo y quedar al lado de ese héroe de ella que es su Álvaro desde que lo vió en la caverna.
El proseguirá viaje a Venecia y comienza allí una historia de amor donde Biondetta intentará seducirlo.
Tal como en toda economía del deseo y del goce el dinero hará su juegos y engañifas recorriendo equivalencias simbólicas, veladas por las teorías sexuales infantiles.

— ¿Necesitas dinero? Por que tuve en cuenta, dispongo cantidades a tu servicio.
—Guárdalas, si fueras una mujer al aceptarlo cometería una bajeza.
—No es donación sino préstamo lo que te propongo.
…Tiempo después…
—Tengo dinero —le dije— traigo el que me prestaste.
— cobró la suma y se limitó a decir… que hubiese desead gozar por más tiempo del de mi deuda—
¿Qué dice una hembra joven atenta a cumplir los deseos del hombre que eligió y que declarará ser, después de un encuentro sexual la verdadera aparición diablo?:
• Sí, me dije a mí misma, para alcanzar la felicidad, debo unirme a un mortal, revistámonos de un cuerpo, que ya es hora: ése héroe digno de mí.
• Para separarte de mí, Álvaro, bastará un acto de tu voluntad.
•Di: Espíritu que solo por mí y por solo, te ligaste a un cuerpo, acepto tu vasallaje y te concedo mi protección.
• ¡Soy tuya! -grita con arrebato- Podré convertirme en la más afortunada de todas las criaturas.
• ¿Qué son los juegos de azar?… en el mundo no existe ningún azar, todo ha sido y será una serie de  combinaciones necesarias que, solo cabe entender a través de la ciencia de los números… cuyos principios nadie los puede captar como no vaya guiado por un maestro…
• Soy sílfide de origen… si pierdo al pasar al estado de mujer el derecho natural de las sílfides, gozaré de la dicha de amar y ser amada. Serviré a mí vencedor, le instruiré acerca de la sublimidad de su ser, cuyas prerrogativas ignora.

• Me mandaste que te sirviera… que te distrajera… me sometí de buena gana y experimenté tal gozo en mi obediencia que resolví dedicártela para siempre.
• ¿El respeto no será el veneno del amor?
• Mi imaginación es un volcán tengo pasiones.
• El encuentro de los cuerpos hará aparecer este enunciado:
Tienes que saber quien soy… Soy el diablo, querido Álvaro, soy el diablo.
Acudiste en mi busca, te seguí, te serví, te favorecí… hice lo que quisiste. Deseaba poseerte y para conseguirlo, hacía falta que me ofrecieras un libre abandono de ti mismo desde ahora nuestra unión es indisoluble
Con estas palabras se transforma otra vez en la espantosa cabeza de camello que articula ese tenebroso. Che vuoi?—
En la posición de Álvaro volvemos a encontrar las ensoñaciones que articulan la búsqueda de una satisfacción ilusoria tal como la proporciona el fantasma, mostrándonos el deseo bajo las diferentes formas en que puede hacer su aparición:
inhibición, síntoma y angustia.
• ¡Ah! Biondetta ¡si no fueras un ser fantástico, si no fueras ese horrible dromedario…!
• Esa boca… solo se abre para decir imposturas.
• No se podía concebir cómo la dulzura, el candor y la ingenuidad podían aliarse con el rasgo de malicia que brillaba en sus miradas…
•… había adquirido una silueta apetitosa.
•… se hallaba atenta a cumplir mis deseos.
• Como escapar… el juego… otras mujeres, las cortesanas, ellas me proporcionaban una libertad real cuyo goce me complacía, un bullicioso regocijo que podía aturdirme, ya que no agradarme; y en fin un continuo abuso de la razón que por unos momentos me libraba de las trabas de la mía…
• Tenía celos de todas las mujeres que pudieran atraer mis miradas…
• ¡Ser fantástico, peligrosa impostura!
• La contemplé… nunca me había parecido tan hermosa.
¿Esto es, me dije, lo que tomaba por un fantasma iluminado.., por brillantes vapores agrupados únicamente para imponerse a mis sentidos?
• Le dije: estoy lleno de amor, convencido de que no eres ningún ser fantástico, convencido de que me amas
• El hombre salió de un puñado de barro y agua ¿Porqué una mujer no habría de estar hecha de rocío, vapores terrestres y rayos de luz, de .los condensados residuos de un arco iris?
¿Dónde reside lo imposible?
• Te juro fidelidad.
• Al mirarte ya como mi mujer, querida Biondetta, el deber me obliga a respetarte.
• Mi aventura…, esta pasión y sus consecuencias… Mi amante era encantadora pero yo pretendía convertirla en mi mujer.
• Ella pedía…. todo queda relegado al olvido, mis desconfianzas, mis resoluciones, mis juramentos…. y aparece su cuerpo como una atadura de la que no logro desprenderme
Escucha que ella dice:
He triunfado! querido Belcebú, te adoro….
• Un pavor mortífero… asombro, estupor, el sordo eco del remordimiento….

– Una hembra hermosa el Diablo.
• ¿Fue un sueño?
Fantasmas, monstruos, que os encarnizáis conmigo…
¿quién me librará de las quimeras que engendre mi cerebro?
• El estado eclesiástico dice:
Sexo encantador, debo renunciar a ti es lo infernal —
• Un doctor de Salamanca al escuchar esta historia dice: la idea de ese agradable fantasma al que durante mucho tiempo recurrió para extraviarle, si Vd. le da pie, la sacará a escena otra vez.
Pero con su experiencia.., frente a aquella que se le llegue… nunca sentirá la tentación de confundirla con el diablo.
El texto enuncia una serie de articulaciones fantasmáticas alrededor de la figura femenina como presentificación del Diablo y del Infierno.
Encontramos también las teorías sobre el amor que definen los rasgos que en el Siglo XVIII glorifican las aventuras eróticas.

En ese instante sentí que me cogían por el faldón de mi casaca.

(Facsímil de la primera edición)

Las lustraciones de EL DIABLO ENAMORADO pertenecen al libro del mismo título de EDICIONES DEL COTAL. Barcelona